+ RECIENTES

Una esperanza verde renace en Chiapas


Por Ernesto Cruz.

En medio de un panorama global marcado por la crisis ambiental, es alentador ver cómo estados como Chiapas comienzan a dar pasos firmes hacia la recuperación de su entorno natural. La reciente gira del gobernador Eduardo Ramírez Aguilar por Villaflores, donde encabezó acciones de restauración y saneamiento de microcuencas, es un claro ejemplo de que sí es posible revertir el daño ambiental cuando hay voluntad política, organización comunitaria y un enfoque humanista.

Lo que está ocurriendo en Chiapas no es menor. Que en apenas un año se haya logrado reducir en un 83% la afectación por incendios forestales —de 185 mil hectáreas en 2024 a 25 mil en 2025— demuestra que las políticas públicas pueden tener un impacto real y positivo cuando se alinean con las necesidades del medio ambiente y de las personas. Salir del ranking de los 10 estados más afectados por estos siniestros es una hazaña que merece reconocimiento, pero más aún, continuidad.

La estrategia de restauración que abarca 33 municipios y que tiene como meta rehabilitar 100 mil hectáreas para 2026, no solo tiene un impacto ecológico, sino también social. Se trata de devolver vida a ecosistemas degradados, mejorar la calidad del agua, fomentar la biodiversidad y preparar a las comunidades para enfrentar los efectos del cambio climático con mayor resiliencia. Todo esto desde un enfoque que promueve la participación de ejidatarios, habitantes locales y servidores públicos. Es decir, un modelo que entiende que la protección ambiental no se impone, sino que se construye con y desde la comunidad.

Un gesto tan sencillo, pero significativo como la entrega de estufas ahorradoras de leña, resume el espíritu de este proyecto: pequeñas acciones con grandes beneficios. Estas estufas no solo representan una mejora en la economía doméstica y en la salud de las familias, sino que también son una barrera contra la deforestación, uno de los principales enemigos de nuestros bosques.

En tiempos donde la esperanza ambiental parece escasa, iniciativas como esta nos recuerdan que el cambio es posible y que todavía hay futuro para nuestros ecosistemas si trabajamos unidos. La agenda verde que impulsa Chiapas no solo debe aplaudirse, sino replicarse y fortalecerse, porque el bienestar de nuestras futuras generaciones depende del compromiso que asumamos hoy.

Chiapas está dando un ejemplo. Ojalá que, como dice el gobernador Ramírez Aguilar, esta visión compartida llegue a cada rincón del estado, y por qué no, a todo el país.

No hay comentarios.